Guía de la baldosa cerámica (2011)

INTRODUCCIÓN

La Guía de la baldosa cerámica (DRB 01/11) forma parte de la Serie guías de la calidad de producto. Esta Guía fue aprobada por la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente como documento reconocido para la calidad en la edificación por la Generalitat Valenciana el pasado 14 de diciembre de 2011.

Las novedades más destacadas que se han aportado en la presente edición, a partir de la revisión y actualización de la edición anterior de la Guía, son:

La adecuación del primer identificador de características mecánicas al informe UNE 138001 IN “Resistencia al desgaste por tránsito peatonal de pavimentos cerámicos. Recomendaciones para la selección en función del uso previsto”. Se adiciona un nuevo tipo de uso: pavimentos urbanos.

La inclusión de nuevas aplicaciones (aceras, encimeras, etc.).

La inclusión de nuevas imágenes y actualización de las existentes para ilustrar los tipos de baldosas y los sistemas de colocación.

La adecuación al CTE, concretamente al Documento Básico HR de Protección frente al ruido (Pavimentos con inclusión de capa con aislamiento a ruido de impactos). Se ha revisado el capítulo 6 de la Guía en lo referente a sistemas de embaldosado, para que sea coincidente con la caracterización de los sistemas definidos en las Guías de la baldosa de terrazo y de la piedra natural. Se recogen los sistemas de colocación R1 y R2 para revestimientos de paredes, y F1 y F2 para solados interiores y E1, E2 y E3 para solados exteriores. Se incluye una referencia a la utilización de morteros de recrecido o pastas autonivelantes (UNE-EN 13813).

La incorporación de un apartado específico para fachadas ventiladas (colocación de baldosas mediante anclaje mecánico).

La inclusión de un apartado sobre la selección del producto con criterios ambientales.

La inclusión de nuevos anejos para completar la información referente a:

Conceptos ambientales

Nuevos sistemas y productos innovadores cerámicos

Acción del viento

Ver la Guía de la baldosa cerámica

 

Guía de la baldosa cerámica (2011)

Guía de la baldosa cerámica (2011)

Otras publicaciones

Estudio Técnico sobre el éxito de las soluciones constructivas y los daños más frecuentes 2010
  • 15 jul. 2015

  • 5818

Estudio Técnico sobre el éxito de las soluciones constructivas y los daños más frecuentes 2010

Materiales y sistemas constructivos Los criterios básicos que guían la línea de actuación de esta cuarta edición y a la vez, definen los principales aspectos que se valoran son: el fomento del ahorro energético y del desarrollo sostenible, contribuyendo a la búsqueda de un equilibrio en cuanto a los medios, recursos y resultados obtenidos, y la garantía de la accesibilidad para evitar la discriminación de las personas con discapacidad y favorecer su movilidad. El objetivo de la reconversión del sector de la edificación hacia la sostenibilidad debe ser la satisfacción de las necesidades de habitabilidad de las personas y, sobre todo, las más necesitadas. La habitabilidad debe considerarse más como una demanda de las personas que como una cualidad de los edificios. El objetivo de este anexo técnico responde al estudio de las soluciones constructivas adoptadas en edificios cuya antigüedad sea superior a 15 años, es decir, que hayan sido construidos con anterioridad al año 1995, que hayan soportado el paso del tiempo sin alterar sus prestaciones y con costos de mantenimiento razonables, frente a los daños que se han manifestado con mayor asiduidad en algunos elementos del edificio, intentando conseguir que los nuevos edificios respondan a los máximos parámetros de calidad. Este estudio se ha realizado sobre una muestra de 88 edificios, distribuidos por toda la Región, correspondientes a los candidatos de todas las ediciones anteriores, incluidos los 26 edificios de esta última convocatoria, que en su conjunto forman una amplia muestra de diferentes tipologías constructivas de situación, etc. Las conclusiones del análisis que podrán leer al final de este Anexo Técnico, apoyan o refuerzan si caben los resultados de otros estudios realizados anteriormente en este campo. Con este análisis se pretende por tanto el acercamiento de manera lo más directa posible, a la realidad de los edificios de nuestro entorno, resaltando las soluciones constructivas que mejor han soportado el paso del tiempo y señalando por otra parte los daños más frecuentes. Para ver el Catálogo completo de los IV Premios de Calidad en la Edificación entra en precae.es

Material de Cambio de Fase (PCM), Inercia térmica 100 veces más eficiente
  • 9 sep. 2016

  • 25235

Material de Cambio de Fase (PCM), Inercia térmica 100 veces más eficiente

Materiales y sistemas constructivos La abreviatura que se utiliza para estos materiales, PCM, proviene de sus siglas en inglés (Phase Change Materials). Son materiales con la capacidad de almacenar energía mediante su cambio de estado, en forma de calor latente. Dentro de las muchas aplicaciones industriales que tienen este tipo de materiales, me interesa destacar su capacidad para aumentar significativamente la inercia térmica en los edificios, reduciendo considerablemente el peso y espesor de los muros.   La importancia de la inercia térmica La inercia térmica juega un papel muy importante a la hora de alcanzar y mantener las condiciones de confort en un edificio. Las edificaciones con una gran inercia térmica mantienen la temperatura interior más estable. Funciona mediante el intercambio energético con el ambiente, como un gran almacén de energía, evitando los picos de temperatura y generando así situaciones de mayor confort. Ésta propiedad depende de la masa, del calor específico de los materiales y del coeficiente de conductividad térmica. Principios físicos de los PCM Para entender los principios físicos de los PCM es necesario comprender las siguientes formas de almacenar energía térmica: Calor sensible: Cantidad de calor que absorbe o libera un cuerpo sin que en el ocurran cambios en su estado físico (cambio de fase), aumentando o disminuyendo su temperatura. Calor latente: La energía que recibe el material se ocupa de realizar el cambio de estado pero no cambia su temperatura. Mientras ocurre este fenómeno de “cambio de fase” la temperatura del cuerpo permanece constante. Un ejemplo muy común es lo que ocurre con el agua. El hielo se funde a 0ªC, y hasta que no se haya fundido completamente la temperatura no varía. Una vez fundido, si seguimos aplicando calor la temperatura incrementa hasta alcanzar los 100ºC, donde comenzará a evaporarse. La temperatura se mantendrá a 100ºC hasta que toda el agua se haya convertido en vapor. Si seguimos calentando lo que conseguiremos es que el vapor aumente de temperatura. El comportamiento del agua se corresponde con el siguiente gráfico: La principal ventaja de los PCM es que almacenan grandes cantidades de energía a la temperatura de confort (21-23ºC) a través de su cambio de estado, en forma de calor latente. Como se observa en la siguiente tabla, el calor que almacenan los PCM en el rango de temperaturas de confort es más de 100 veces superior al que almacenarían los materiales más comunes en edificación.   Aplicaciones en la edificación (como inercia térmica) Estos materiales trabajan intercambiando energía con el ambiente. Este intercambio se produce principalmente por superficie, aunque en determinados casos se fuerza este intercambio de energía ventilándolos. Por lo tanto la situación óptima serán las mayores superficies libres de una vivienda, como pueden ser los techos y las paredes o en cámaras bajo el suelo incorporando sistemas de ventilación. Por otro lado, si lo que se desea es mezclar los PCM con otro material, la mejor opción son las parafinas microencapsuladas, consideradas actualmente como el PCM óptimo para este tipo de aplicaciones. Bien por su carencia de reactividad con otros materiales, bien por su capacidad de mezclarse como si de un árido se tratase. No debemos olvidar que estos PCM tienen un alto coste y sus posibles problemas a la hora de separarlos del material y reciclarlos.   Tipos de PCM para edificación Sales hidratadas: bajo coste y capacidad de almacenamiento de grandes cantidades de calor por unidad de volumen, en comparación con las sustancias orgánicas. Pero a causa de sus problemas de súper-enfriamiento, segregación en el cambio de fase y corrosión se comenzó a investigar otro tipo de materiales, las parafinas. Parafinas: Estos materiales presentaban una menor capacidad de almacenamiento y eran más costosos, sin embargo son más resistentes a la corrosión y mucho más estables. Además, se puede controlar la temperatura a la que se desea que cambien de fase, lo que les confiere un mejor comportamiento térmico. Han sido muchos los usos que se le han dado a estos materiales, pero es una capacidad en concreto la que merece ser destacada: la microencapsulación. Parafinas microencapsuladas: El objetivo principal de la microencapsulación es la impermeabilidad que se le aporta a las parafinas. Esta propiedad consigue que el material no reaccione con otros elementos, se proteja de ser tóxico o nocivo, que no sea volátil y sobre todo que el cambio de estado se produzca en el interior de la propia microcápsula. Mediante esta propiedad se han llevado a cabo investigaciones para determinar cómo se pueden combinar estos materiales con otros convencionales de construcción. Generalmente estas microcápsulas son polímeros (acrílicos) de color blanco, que dentro albergan las parafinas, que son una especie de ceras. Se distribuyen en un polvo seco y tienen un tamaño de entre 0,1 y 0,6 mm. Angel Sánchez Inocencio Colegiado COAATIE Albacete        

Guía Práctica de la Fotocatálisis Aplicada a Infraestructuras Urbanas
  • 24 sep. 2020

  • 2396

Guía Práctica de la Fotocatálisis Aplicada a Infraestructuras Urbanas

Materiales y sistemas constructivos El objeto de este documento, predominantemente divulgativo, es facilitar a la sociedad en general, y a los técnicos y profesionales de los sectores de Obra Civil y Urbanismo, en particular, la función, las condiciones, el diseño y la aplicación de productos fotocatalíticos o 'descontaminantes', sobre las infraestructuras urbanas de nuestras ciudades, para disfrutar así de una mayor calidad del aire al respirar. Estos materiales fotocatalíticos, cuando son expuestos a la luz del sol, son capaces de eliminar los contaminantes adsorbidos sobre su superficie, que posteriormente son arrastrados por la lluvia. http://www.fotocatalisis.org/assets/subcnt277.pdf