Los materiales aislantes más sostenibles en construcción

Hasta hace unos años uno de los aspectos más relevantes a tener en cuenta en construcción era los costes de la misma, sin nada que decir de variables como calidad, salud e impacto medioambiental.

Hoy día, la demanda de una construcción más sostenible ha pasado de ser una elección personal a estar regulado con el fin de implementar medidas que mejoren el comportamiento medioambiental de infraestructuras y edificios.

La actividad constructora es gran consumidora de recursos naturales como madera, minerales, agua y energía. Asimismo, los edificios, una vez construidos, continúan siendo una causa directa de contaminación por las emisiones que se producen en ellos o el impacto que producen en el terreno. Además, una edificación está definida por la diversidad de materiales que la constituyen, por tanto, una buena medida de elección sostenible es el empleo de materiales aislantes ecológicos.

Entre los materiales aislantes ecológicos más demandados encontramos:
 

  1. Corcho: es de mayor aceptación por cumplir de forma efectiva la función de aislante además de ser reciclable y renovable. Es usado en forma de paneles de corcho prensado. Posee cualidades como la impermeabilidad, siendo casi impermeable a líquidos y gases, e imputrescible en presencia de humedad lo que lo hace ideal en soleras o sótanos.
  2. Lino: Proviene de la planta “Linum usitatissim” que es de cultivo fácil y de bajo impacto, obteniendo fibras reciclables que son usadas como aislante o para la fabricación de textiles. Además, ofrecen una buena resistencia mecánica sin tratamientos adicionales, lo que las hace estables dimensionalmente.
  3. Celulosa:  su principal uso es debido a su capacidad de almacenamiento de calor y su aislamiento acústico. Es compuesto de residuos de papel siendo 92% de papel de periódico reciclado más sales bóricas y otros aditivos. Se trata de un aislamiento libre de juntas, que forma un bloque de masa homogénea y se aplica insuflada en cámaras, trasdosados o sobre forjados.
  4. Lana de Oveja: Se trata de una fibra natural que se obtiene del animal muchas veces a lo largo de su vida. Cuando el material se humedece mejora su capacidad de aislamiento.
  5. Arlita, Perlita y Vermiculita: Son aislantes minerales naturales e inertes y sin ningún componente tóxico añadido. Ya bastante frecuentes en la construcción convencional, son muy porosas y ligeras, y son usadas también como material aislante ignífugo.

Potencian el ahorro energético, minimizan la contaminación y aseguran la calidad ambiental interior. Sin duda es una oportunidad para reducir el impacto de la construcción en el medio ambiente, a la vez mejorar nuestra calidad de vida.

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Se muestran ejemplos de estas soluciones insatisfactorias:   Esta rampa tiene una pendiente elevada en exceso que, además de hacerla inutilizable, la convierte en peligrosa; a ello contribuye la presencia de las puertas a ras en cada uno de sus extremos y especialmente el sentido de apertura de las hojas de la puerta inferior.   La excesiva pendiente se agrava con la falta de seguridad por pavimento deslizante y ausencia de una barandilla de protección.   Los escasos recursos económicos han sido empleados en rampa impracticable y peligrosa.   En estos casos también es llamativa la falta de protección en la rampa y su pendiente a la vista del espacio disponible.   Las Comunidades de Propietarios están obligadas a la mejora de la accesibilidad. 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El procedimiento de tramitación de solicitud por parte de los propietarios está regulado por la Ley 15/1995, de 30 de mayo, sobre límites del dominio sobre inmuebles para eliminar barreras arquitectónicas a las personas con discapacidad, y establece en el mismo que es preceptivo el proyecto técnico junto al escrito de solicitud de la necesidad de obras de adecuación de la finca urbana y de los accesos a la misma desde la vía pública. A la vista del mismo la Comunidad de Propietarios deberá responder antes de 60 días sobre su consentimiento, proponer alternativas o sobre su oposición de forma razonada. El cambio legislativo en materia de accesibilidad de estos diez últimos años ha sido importante, supone un gran avance en el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad. Estos derechos se transforman en necesidades a las cuales tienen que responder las propuestas de actuaciones en materia de accesibilidad en las zonas comunes de los edificios. 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En este mismo sentido, el 11 de abril de este año entró en vigor el Real Decreto 233/2013, de 5 de abril, por el que se regula el Plan Estatal de fomento del alquiler de viviendas, la rehabilitación edificatoria, y la regeneración y renovación urbanas, 2013-2016, y establece que se considerarán actuaciones para realizar los ajustes razonables en materia de accesibilidad, las que adecuen los edificios y los accesos a las viviendas y locales, a la normativa vigente. 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